En estos últimos meses se han incrementado el avistamiento de boas constrictoras en los alrededores de la capital huilense, en varias ocasiones se ha titulado en los periódicos regionales el hallazgo de grandes serpientes en la zona urbana de Neiva, ya sea en cautiverio o deambulando libremente en barrios o zonas verdes.
De las varias especies de boas que existen, hay una en particular, la Boa de Cola Roja (Boa constrictor constrictor), la cual es la que se ha venido incrementando su hallazgo, hace un año aproximadamente tuve conocimiento que en el municipio de Palermo muy cerca de la capital, en una urbanización en construcción, una retroexcavadora alistando el terreno, se topó con una nidada y de allí salieron varias decenas de pequeñas crías de boa de 30 Cm de largo, varias escaparon al monte aledaño pero varias fueron capturadas por los trabajadores de la obra, unas cuantas llegaron a Neiva.
Otra pequeña boa de cola roja de unos 70 Cm, fue encontrada en el andén de una casa en el barrio la Rioja al oriente de Neiva, este ejemplar corrió con la mala suerte de morir por un certero palazo en la cabeza por un anciano que pasaba por allí. Hace poco un artículo de prensa titulaba que una boa de más de dos metros de largo fue encontrada en la zona urbana y así hay varios testimonios en el Huila y su capital.
¿Pero de dónde salieron estas serpientes si la boa constrictor de cola roja es originaria del Perú?, ¿será por la destrucción de su hábitat?, que la ha obligado a desplazarse a nuevos terrenos, ¿o será el tráfico de fauna silvestre la que la trajo hasta aquí?, o sería una mascota de boa hembra preñada abandonada por su traficante o antiguo dueño, y de allí su incremento? sea cual sea su origen es un hecho que ya forma parte de la fauna de nuestra región, hay que aceptarlo y protegerla por que se encuentran en peligro de extinción.
Las boas no son venenosas son constrictoras matan sus presas por asfixia, llegan a medir entre dos y tres metros hasta cuatro según su especie y su hábitat llegan a vivir hasta los 30 años, crecen de 30 a 60 Cm por año, según su especie y su alimento, se alimentan de ratas, ratones, pequeñas aves, reptiles y pequeños mamíferos.
Por todo lo anterior podemos concluir que no son un riesgo para el humano así es que la próxima vez que vea una, ¡no la mate¡ comuníquese con la policía ambiental al 112 u otra autoridad de su ciudad o un adulto responsable para poder conservarla y dirigirla a un resguardo de fauna, no la conserve como mascota pues aunque no son venenosas suelen morder, y al poco tiempo se encartará con ella.
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